El Calabacino, defendiendo una forma de vida

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Celebrando el riego!

08 | 10 | 2017

Bueno, pues hasta aquí hemos llegado.

Podríamos haber hablado más con más gente, haber dado más charlas, haber recurrido a la prensa, haber desempolvado agendas, haber recuperado antes la cuenta del Facebook, habernos atrevido a enviar un whastapp a esa persona que no sabemos si es amiga o conocida, o a esa otra a quien hace tiempo que no hablamos, haber dado más la brasa.

Hemos hecho todo eso, es cierto, y podríamos haberlo hecho más y mejor, pero también podíamos haber pasado de todo y no haber hecho nada, habernos dejado llevar por el pánico, paralizar por la angustia, sentirnos cómodas en el miedo.

Y quizá también lo hayamos hecho. Pero nos ha durado poco. Nos hemos atrevido a cosas inimaginables para muchas de nosotras hace apenas unos meses. Y no nos hemos olvidado de vivir mientras tanto, de sacar tiempo para nosotras, nuestros compañeros, nuestras familias y nuestros trabajos. Y vivir en el Calabacino es un lujo que exige mucho curro a cambio, no lo dudéis.

Por supuesto que, si tuviéramos que repetir, mejoraríamos unas cuantas cosas: Escribiros más regularmente, añadir más material audiovisual, ampliar el catálogo de recompensas, anunciaros los eventos antes y no después de que sucedan, etc.

Pero está bien así. Quedarnos a un cacho del óptimo esperado nos da una medida justa de lo que nos lo hemos currado. Un trabajo notable, aunque no sobresaliente: aliciente para no conformarnos, para seguir puliendo, para montar una fiesta y alcanzar el pico que nos falta, para felicitarnos por lo conseguido y, eso sí, agradecéroslo. Agradecer una y mil veces de mil formas diferentes que confiéis en nosotros, que nuestra causa os parezca tan digna de ser sostenida, escuchada, difundida y defendida, aunque muchas de vosotras apenas nos conozcáis, o no acabéis de entender a qué tanto empeño.

Ahora empieza nuestro compromiso con ustedes, y esperamos estar a la altura, tanto en las recompensas como en el retorno colectivo del trabajo de legitimación, documentación y divulgación que todo este proceso de construcción de Inteligencia Colectiva, que habéis regado gota a gota, está haciendo madurar.

Muchas gracias por ayudarnos a hacer realidad un sueño.

Mientras terminamos, no dejéis de investigar en internet sobre otros proyectos afines, sobre ecoaldeas, pueblos en transición, sobre “la vía de la simplicidad” (libro de Ted Trainer, ed.Trotta, para encarar la escasez que se avecina en escenarios futuros como un “buen vivir”), sobre pueblos okupados, huertos urbanos, váteres secos, sobre Sociocracia como sistema de autogobierno igualitario y eficiente, sobre Comunicación No Violenta, sobre trabajos de Foros y Procesos, sobre Facilitación, Coescucha, Dragon Dreaming, Elderazgo, Decrecimiento, Empoderamiento, Resiliencia, Ecosínuestra y otro montón de palabras raras, nuevas o no tanto, que quizá os suenen o resuenen, o estén por inventar.

Organizaos, hablad entre vosotras, empezad por montar una fiesta, y luego un huerto o una cooperativa de consumo, acercaos a las personas mayores que aún trabajan la tierra, pues son bibliotecas vivientes en riesgo de extinción, descubrid la pólvora de vivir mejor con menos, de soñar, planear, realizar y celebrar vuestros trabajos en común, vuestra vida, nuestra vida, la vida del planeta que habitamos. Si yo gano, tú ganas y La Tierra también. Ubuntu!

Escuchad “El bosque habitado”, los domingos a las 11 en Radio3…

Y desconfiad de quien os diga lo que tenéis que hacer (empezando por mí).

Seguimos en contacto, claro que sí.

Un enorme abrazo desde El Calabacino.

Comentarios

Felixdelaiglesia
Hace 7 años
Enhorabuena!!

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